CUBE

TÍTULO ORIGINAL Cube
AÑO 1997
DURACIÓN 92 min.
PAÍS Canadá

DIRECTOR Vincenzo Natali
GUIÓN Vincenzo Natali, Andre Bijelic, Graeme Manson
MÚSICA Mark Korren
FOTOGRAFÍA Derek Rogers
REPARTO Maurice Dean Wint, Nicole deBoer, Nicky Guadagni, David Hewlett, Andrew Miller, Wayne Robson, Julian Richings
PRODUCTORA Cube Libre / The Feature Film Project / The Harold Greenberg Fund / Odeon Films / Ontario Film Development Corporation / Téléfilm Canada / Viacom Canada
GÉNERO Fantástico. Terror. Thriller. Intriga. Ciencia Ficción

¿DE QUÉ VA?

Un grupo de personas de diversa índole se encuentra encerrada en un cubo gigantesco compuesto de minicubos, muchos de los cuales tienen trampas mortales. La única solución que tienen para vivir es avanzar (hacia arriba, abajo, izquierda, derecha…) en busca de una salida que quizá no exista mientras evitan como pueden las trampas. Poco a poco van surgiendo preguntas y tensiones.

DIGO YO…

… que tras un comienzo brillante la película se va desinflando y desinflando y desinflando hasta terminar en un final que, como diría el actor secundario Bob, “parece salido del ordenador del guionista más holgazán”. Sin duda lo mejor del film es esa sensación de angustia y tensión permanente cada vez que cruzan de cubo en cubo, cuando esperas que pase algo. Sin embargo poco a poco se pierde ese efecto ya que a las trampas les va faltando originalidad y mala leche. Así, cuando la tensión se traslada a los personajes falla algo, hacen cosas que no concuerdan con ellos mismos, además de que los actores no estén demasiado acertados. Se pretende reflejar el nerviosismo de una situación tan extrema pero no se llega a explicar bien la relación que se establece entre ellos, en especial Quentin (Maurice Dean Wint), cuya evolución resulta algo forzada. Al final refleja la máxima del homo homini lupus.

Otro aspecto sería la lógica interna de la película, basada en unas matemáticas que van variando para alargar algo más la trama, imagino. No resulta muy creíble, la verdad (esas flashes de genio que tiene la chica en los momentos más oportunos…), aunque al fin y al cabo no es más que una excusa para el desarrollo de lo demás y una forma de pasar las pruebas.

En fin, una película de las llamadas de culto de la que me esperaba más por su comienzo pero que termina desvariando un poco. A pesar de ello se deja ver bastante bien (desde luego no aburre) y tiene buenos momentos.

OTROS HAN DICHO DE ELLA

"Angustiosa peripecia, sorprendente, vigorosa" (M. Torreiro)

"Bella y contundente" (Omar Khan: Cinemanía)

"Relato absorbente que hace del desasosiego su mejor arma y que tiene una progresión dramática casi insoportable para el espectador. Conviene dejarse llevar, porque además la película da miedo de verdad (Miguel Ángel Palomo)

“Idea interesante, pero mal desarrollada como para llenar un largometraje. Pero una película en la que lo mejor es la idea y el resto es un "quiero y no puedo" no consigue más que resultar decepcionante desde el minuto 10.” (Entrañable)

PUNTUACIONES

Detalles Técnicos: 7.25
- Música: 8
Ayuda a recrear los momentos de angustia.
- Efectos Especiales: 8
En los dos o tres momentos que se requiere están bastante conseguidos
- Montaje, ambientación, etc.: 7
No se necesitó gran cosa para su rodaje, sólo un decorado que cambiaba de color, con lo que parece que los personajes van variando de escena.
- Fotografía: 6
Nada que destacar.

Detalles Humanos (x2): 5.83
- Dirección: 8
Natali debutó con esta cinta demostrando mano firme. Supo crear una atmósfera desasosegante.
- Guión: 5.5
Obviando la originalidad de la idea básica el resto pasa por momentos tópicos y poco creíbles (mención aparte tiene el final). Los diálogos son burdos y las situaciones se repiten demasiado
- Actores: 4
En general mal, y el doblaje no ayuda mucho. Maurice Dean Wint y Nicky Guadagni no dan ninguna profundidad a sus personajes. Se salvan David Hewlett y Andrew Miller.

Sensación: 6.7
Total: 6.404

PREMIOS

Toronto 1988: Mejor director
Sitges 1998: Mejor película
Oporto (Fantasporto) 1999: Mejor película

LA FRASE

Ahí fuera sólo hay estupidez humana ilimitada. Worth (David Hewlett)